En la Historia, el cómputo de tiempo es indispensable para que las sociedades puedan tener un recuerdo ordenado de su pasado y puedan ubicar las causas y las consecuencias del actuar humano. De allí la importancia de construir una Línea de tiempo, que nos permita seguir en forma ordenada los procesos históricos que han dado lugar a la sociedad actual.

Sin embargo, esto no basta, si nos limitamos a una cronología. Es necesario insertar estas fechas en un panorama más amplio, que nos lleve de lo local a lo nacional, lo continental y mundial, porque no podemos quedarnos en las individualidades. Además, debemos establecer enlaces con imágenes que nos ayuden a hacer más visibles personas, paisajes, objetos y situaciones que nos permitan identificarnos e identificar a los demás en el tiempo y en el espacio.

¿Por qué una línea de tiempo? Desde finales del siglo XX apareció el concepto de línea de tiempo como una herramienta para el maestro en la educación escolar, porque ofrece nuevos recursos para acercar al estudiante a los conceptos de tiempo y espacio en relación a los procesos históricos que han dado lugar a la sociedad actual. A diferencia de la cronología, que fue su punto de partida, la línea de tiempo es más versátil porque si bien, no prescinde del discurso académico, uno de los recursos que más emplea es la imagen para animar los enlaces que conectan al Perú con las regiones, el continente y el mundo.

Fruto de conversaciones mantenidas, desde el 2019, entre docentes, alumnos y exalumnos de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la PUCP, referidas a la cercanía del Bicentenario de nuestra Independencia, se formuló un proyecto que ilustre el proceso experimentado por la sociedad peruana desde 1780 hasta 1826, conduciendo a nuestra libertad. Es así como se conformó un equipo multidisciplinario de Historia, Historia del Arte y Ciencias de la Información, animado por el decano de la Facultad, doctor José de la Puente Brunke; los profesores de Ciencias de la Información, Mónica Arakaki, Edilberto Casado y Marta Miyashiro; los profesores de Historia, María Del Carmen Escala y Alonso Espinoza; las gestiones administrativas de Erika Goya; y el constante apoyo de nuestro equipo de trabajo conformado por Natalia del Águila, Juan Lan, Renzo Crispin Díaz y Melissa Boza; conjuntamente con la asesoría en Historia de la doctora Margarita Guerra.

Se eligió la construcción de una línea de tiempo en tres etapas de acuerdo a la intensidad de los hechos que transcurrieron alrededor de medio siglo. La primera va del tiempo precursor hasta la llegada de San Martín (1670-1821); en la segunda, prima el surgimiento de las instituciones y hechos en los cuales se consolida el Estado peruano y la República; y en la tercera, la consolidación de la Independencia y la dictadura de Simón Bolívar.

Libertad de la Estatua de San Martín. Fotografía de Prolima, Municipalidad Metropolitana de Lima, 2019