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La rebelión del Cuzco de 1814 fue la más significativa del temprano siglo XIX. Estuvo liderado al principio por miembros de la clase media letrada, criolla y mestiza. Arequipa, Cusco y Huamanga formaron el eje de una serie de movimientos, cuyo inicio se dio desde la gran insurrección de Túpac Amaru, seguida del ciclo de vacío de poder que dejó el traslado forzado de Fernando VII a Francia. La rebelión cusqueña estalló por la negativa de las autoridades a aplicar plenamente la convocatoria a elecciones por las Cortes. Esta situación se agravó con las acciones de los hermanos Angulo. Ellos, al capturar el poder, promovieron en sus seguidores otros objetivos, como la independencia de la monarquía española y la colaboración con las fuerzas separatistas de Buenos Aires.

El movimiento se volvió radical de parte de los indígenas, quienes dirigieron violentas acciones contra los grupos explotadores, incluidos mestizos y criollos. Ello provocó que la dirigencia se apartara de las bases y originó su colapso antes de la llegada de las tropas enviadas desde Lima. El alcance multiétnico de este evento ha permitido afirmar a varios estudiosos que de haber continuado el apoyo de los criollos, lo más probable es que la rebelión de Cusco hubiese logrado una victoria contra el poder centralista limeño.

Referencias

Aparicio Vega, M. J. (Comp.). (1974). La revolución del Cusco de 1814. En Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX (vol. 7, t. III). Colección Documental de la Independencia del Perú. https://repositorio.bicentenario.gob.pe/handle/20.500.12934/121

O’Phelan, Scarlett (2016). 1814: la junta de gobierno del Cuzco y el sur andino. Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Francés de Estudios Andinos, Fundación M. J. Bustamante de la Fuente.

Peralta, L., & Pinto, M. (2003). Mateo Pumacahua. Cacique de Chinchero. Seminario de Historia Rural Andina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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